¿Tienes gente a tu cargo? ¿Quieres crear mal ambiente laboral? Aunque podría escribir un manual más extenso, aquí tienes el método resumido, muy rápido y efectivo, para directivos y mandos que pretendan conseguir un mal ambiente laboral. Síguelos y conseguirás muy mal ambiente en muy poco tiempo.
- Que tu estilo de liderazgo demuestre que tú estás al mando. Algunos ejemplos:
- Da mensajes dejando bien claro quién es el líder: eres tú el que piensa, y los demás ejecutan.
- Tú eres especial, créate un halo de inaccesibilidad: la gente sólo que tener acceso a ti a través de una cita programada a través de tu secretaria, tanto en persona como a través de teléfono.
- Sé original y sorprendente: (alguien te puede llamar incoherente, pero no te preocupes) no sigas un mismo patrón de comportamiento. A veces saluda de forma simpática, a veces llega con semblante serio y no dirijas la palabra a nadie… Cambia de directrices y dirección de vez en cuando.
- Provoca que quieran seguirte en el modo de hacer las cosas a tu estilo. Intenta que sean un clon de ti. Que sean tu sombra, tu séquito, tus adoradores.
- Explícales y demuéstrales que no deben fiarse de nadie. Así se mantienen en alerta, la vida es dura y no se puede ser tan inocente.
- Delega el trabajo y la responsabilidad: así, si algo no sale bien, asegúrate que es culpa suya y se sabe.
- Haz pequeños comentarios cuando llegues, sobre el desorden y otras faltas no importantes que observes al llegar por las mañanas. Esto aumenta el nivel de tensión y están pendientes de ti.
- Realza a los que se quedan más tiempo después de su horario de trabajo, cuando tú te tengas que quedar.
- Rediseña el espacio donde trabaja tu equipo y haz que sea todo un reto para obligarles a mejorar sus debilidades: ¿son introvertidos? Pues que trabajen en open-plan office. ¿Que son extrovertidos? Cada uno en un despacho. O dispón mesas más pequeñas para todos (así el reto es que se organicen mejor).
- Haz reuniones de forma aleatoria o inesperada. La típica excusa que puedes recibir es que así no pueden gestionar bien su tiempo, pero tómalo como una excusa.
- Que tu forma de comunicar sea tu misil, medido y dirigido a reforzarte y defenderte. Por ejemplo:
- Échales la bronca delante de otros. El feedback negativo y en público es muy efectivo.
- Nunca les alabes o reconozcas ni en privado ni en público.
- Cuando les des tu feedback, háblales en general, no les pongas ejemplos, recuérdales sus fracasos, cuando no han llegado, sus puntos débiles y pon el énfasis en el camino que les falta recorrer. Haz una lista bien larga y pide resultados a corto plazo.
- Limita la comunicación: no les cuentes demasiadas cosas, para que tengan tiempo de concentrarse en su trabajo. No filtres nada, si los de arriba “dan caña”, la transmites tal cual (o un poco más) a los de abajo.
- Recuerda: la información es poder. No compartas la información estratégica. Recoge toda la información personal que puedas, es útil para utilizarla en momentos delicados.
- Maneja a tu equipo con rigidez, firmeza (o mano dura). Por ejemplo:
- Si alguien te propone con ilusión alguna idea de mejora basada en sus puntos fuertes, dile si se ha creído que es la princesa de los cuentos de hadas y todo tiene que ser a su gusto.
- Insiste en que la forma de mejorar es corregir sus debilidades, y lo que se las da bien dalo por supuesto.
- Técnica “choque de estrellas”: si tienes un equipo, para fomentar que sean productivos y cada uno busque destacar y sacar el máximo de su área, fomenta la rivalidad entre ellos. Si se pelean para defender cada uno su parcela y ganarse tu favor, es buena señal: lo estás consiguiendo.
- Si alguien está pasando por un momento vulnerable a nivel personal o familiar, aprovecha la ocasión para pedirle un montón de responsabilidades, o aprovecha para pasar cuentas de los proyectos pendientes. Así se distrae de lo suyo.
- Hazles trabajar constantemente con mucha presión, no sea que se despisten.
- De vez en cuando, imparte algún castigo ejemplar, para que tengan en mente lo que puede pasar (hay gente que le llamará ponerles el miedo en el cuerpo).
- Haz tuyo el lema “la letra, con sangre entra”, y enséñales que sólo a través del esfuerzo y sacrificio de ellos mismos podrán evolucionar y aprender.
- Si no saben, que se espabilen. Ya que tienen la suerte de tener este trabajo, si ves que no saben hacer algo, ponles a prueba, a ver si aprendan. No se te ocurra facilitarles el trabajo con orientaciones, asignándoles un mentor, ponerles objetivos a corto plazo y ofrecerle un seguimiento o instrucciones. Y nada de ponerles un coach.
- Si se equivocan, que lo paguen, y se lo recuerdas de vez en cuando.
Disclaimer:
- Úsese con responsabilidad. Contiene magia negra y puede hacer mucho daño.
- Todo parecido con la realidad es pura coincidencia. No he visto todos esos comportamientos nunca en una sola persona (aunque sí que he visto diferentes aspectos en diferentes personas).
- Este manual breve también funciona al revés. Úsalo en sentido contrario para revertir los efectos.
P.S. Disculpa si el artículo te ha dado mal rollo, pretende sólo provocar un poquito. Desde luego no soy partidaria de crear mal ambiente, ¡pienso que eso es tremendamente inhumano, irrespetuoso e improductivo! Si no quieres crear un mal ambiente sino todo lo contrario y quieres cuidar a tu equipo, quizás te interese conocer nuestros programas y Talleres Grupales de Alto Impacto.
¡¡¡Y que tengas un feliz día!!!



