Dudaba. Ya hacía tiempo que le daba vueltas en la cabeza. Buscaba soluciones, en vano. Intentaba sacármelo de la cabeza haciendo otras cosas, pero no podía: el mismo pensamiento, las mismas preguntas, volvían, implacables. Al final del día el cansancio hacía acto de presencia, pero la noche tampoco era libre, y los sueños, inquietos, también se empeñaban en expresar la desazón ….

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Has sentido esa sensación o estado mental cuando falta la claridad?
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Como gestionas la confusión?
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Cómo puedes ayudar a alguien que está en una etapa de confusión y busca más claridad y certezas?
Aquí te propongo 4 pasos que conducen de la Confusión a la Claridad.
1. Reconoce la confusión y acéptala. El primer paso es aceptar que a veces toca claridad, a veces toca confusión. Reconoce y siente los síntomas de la confusión. Normalmente se caracteriza por:
- A medida que el problema es más agudo o se cronifica (es decir, pasa el tiempo y no se soluciona), el estrés es mayor y la energía se agota. El cansancio cada vez es mayor.
- El estado de ánimo suele ser más bajo que el habitual.
- Menos energía física ya veces falta de concentración.
- La mente no está clara, hay conflicto interno.
- Puede haber estrés, inquietud, ya veces miedo a equivocarse.
- Las estrategias que has utilizado otras veces no te funcionan.
- Sientes que cada paso adelante es una lucha.
- Algo que quieres conseguir se te resiste. Esta «cosa» topa con una oposición.
El paso 1 puede ser corto o largo, según si estás más o menos conectado contigo mismo.
¿Estás acostumbrado a salir adelante sin importar qué sientes? ¿eres de aquellos que se ocupa de muchas cosas y muchas personas, pero no tanto de ti mismo? para ti puede ser más largo, pero es bueno que empieces ya.
El nivel de molestia o confusión también durará más o menos en función de lo que hagas a continuación.
2. Retírate y explora dentro. La confusión indica la necesidad de explorar y actuar hacia dentro, en vez de hacia fuera. Busca la manera más adecuada para hacerlo: te recomiendo buscar maneras de dejar la mente en paz un rato y reconectar más con las sensaciones físicas y las emociones. Por ejemplo:
- Busca espacios para estar solo, sin conversaciones ni «entradas» de información: conversaciones, tele, internet…
- La meditación, mindfulness ….. pueden ser grandes aliados en este proceso.
- Pasea por la naturaleza, o haz ejercicio que puedas disfrutar.
- Trabaja con tus sueños, si tienes las herramientas.
- Revisa cómo están los diferentes pilares de tu vida: familia, relaciones, trabajo, estilo de vida y salud … ¿hay algo que necesite atención?
3. Busca nuevas perspectivas. El problema se soluciona con un nivel de conciencia superior respecto donde se creó. Para ello, busca la manera de encontrar nuevas perspectivas que estén dentro de tu manera de ver el mundo, o bien que te interese explorar fuera de lo que hasta ahora había sido tu manera de verlo. No me refiero a recibir consejos, que a veces pueden ayudar, o a veces pueden perjudicar. Me refiero a cualquier sistema que te pueda ayudar a cuestionarte las cosas, a hacerte las preguntas adecuadas, más que darte las respuestas.
4. Y ¡acción! en definitiva, la claridad vendrá con la acción. Por lo tanto, introduce un movimiento. Tal vez este no será el definitivo, pero seguro que te acerca, de algún modo, a la claridad. De todas maneras, también debemos aprender a vivir con cierto grado de incertidumbre en nuestra vida. Según un principio de vida budista «La vida es un misterio a vivir, no un problema a resolver».
Necesitas claridad y estás en el punto 3? Ven a una sesión individual.
Estás en el punto 4 y tienes ganas de movimiento? Nada como una sesión de Danceworking para introducir el movimiento! Como decía Aldous Huxley, «el movimiento es el único camino hacia el cambio«.
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